Siempre estuve aquí, dándome mil vueltas, rodeándome de brumas,
ahora quiero dejar de aclamar al vacío o al silencio,
dejar tanta esquina suelta, apagar los faroles,
cerrar la puerta de mi casa,
comer la llave,
para de pronto abrir todo con los ojos
y marcharme conmigo.
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